¿Recuerdas cuando de niño podías jugar con un mapa y tachar la ciudad que te gustaría visitar algún día? Exacto. Ahora, puedes imaginar cómo me sentí cuando aterricé en Sydney por primera vez, el sueño se había hecho realidad! Sydney fue el comienzo de mi vida en Australia, la primera ciudad donde escuché el famoso “G'day mate! Agradecido y perseguido por una cálida sonrisa.
La City
Las distancias en Australia son enormes y, por supuesto, también en Sydney! Los suburbios se extienden a lo largo de muchos kilómetros hasta que estás rodeado de impolutas calles rodeado de naturaleza. Estoy acostumbrado a grandes ciudades como Madrid o Barcelona, pero Sydney es agradablemente abrumadora.
Me di cuenta de este hecho cuando miraba hacia un lugar y me veía obligado a viajar desde una ciudad hasta otra, confiado de alcanzar la siguiente cita: asunto clásico de backpacker! Lo ideal sería encontrar un trabajo y después un alojamiento.
Parques
Sydney es una ciudad verde rodeada de parques. Incluso entre rascacielos sus altos árboles y plantas con inusuales colores y formas te sorprenderán! Y sus criaturas vivas! Una vez me sorprendí de ver una ardilla en Londres: en Sydney se ven iguanas, ibis, murciélagos australianos... colgados de los árboles.
Es sorprendente ver cómo están cuidados los parques, cuanta gente dedica horas a correr por ellos antes de empezar la jornada laboral, comer un bocadillo durante el break o ejercitándose al final del día. Mujeres en traje con zapatillas de deporte y sus tacones en la mano se ejercitan felices al salir del trabajo. La gente australiana ama sus deportes y corren por pasión, no como yo que habitualmente corro para no perder el autobús.
Calidad de Vida Sydney es una ciudad con vida: La vida despierta a las 6:00 am con el sol ya calentando desde el cielo. La jornada laboral empieza temprano y termina alrededor de las 17.00 18.00. Los australianos trabajan duro pero siempre tienen tiempo para gozar de sus pasiones e intereses, no solo los fines de semana.