Australia es un país enorme. Tanto es así, que el inicio de los viajes en avión significó un paso importantísimo en el desarrollo del país y la comunicación entre sus ciudadanos.
Pongámoslo en perspectiva: antes de los viajes en avión, se tardaba días en desplazarse de una ciudad a otra. Ahora, para ir de Sydney a Brisbane o a Melbourne se tarda solo una hora en una aerolínea de bajo coste.
Actualmente Australia tiene algunas de las aerolíneas más baratas del mundo. Teniendo en cuenta que hay más de 3.000 km de una parte del continente a otra, el coste por kilometro es muy razonable. La causa de esto tiene que ver en gran medida con la introducción de aerolíneas de bajo coste como Virgin, Jetstar o Tiger.
Los aeropuertos de Australia son mayormente modernos y muy transitados. El aeropuerto de Sydney está increíblemente cerca del centro de la ciudad y cuando estás en la pista puedes ver fácilmente los rascacielos del centro de la ciudad. El principal aeropuerto de Melbourne es Tullamarine, y está algo más lejos del centro de la ciudad. A unos 30 minutos en coche. Melbourne también tiene un aeropuerto secundario en Avalon que está aproximadamente a una hora de la ciudad y presta servicio tanto a Melbourne como también a Geelong y Western Victoria.
Los aeropuertos pequeños regionales prestan servicio a las zonas más aisladas del interior del país. Algunos son literalmente del tamaño de una parada de autobús, que no son más que una pista de aterrizaje polvorienta para el famoso servicio Flying Doctor, reconocido a nivel mundial.
Una de las primeras cosas que llama la atención a todos los visitantes en Australia es el nivel de rigurosidad de las aduanas y lo estrictas que son. En el aeropuerto, e inclusive en el avión, antes de desembarcar los pasajeros son advertidos de las importantes sanciones para los que intenten entrar en Australia cosas ilegales. Cosas como una manzana. Sí, Australia no te permite traer ninguna fruta ni comida de ningún tipo por miedo a la propagación de alguna enfermedad. Cuando viajas a Australia es importante pensar en esto. De otra manera podrías recibir una sanción importante.
Una vez en aduanas te pedirán dos documentos: tu pasaporte y tu declaración cumplimentada, un papel que te darán en el avión antes de llegar a Australia. Esta declaración contiene preguntas sobre lo que contiene tu maleta y el dinero que llevas en efectivo. Te recomendamos que siempre digas la verdad y que lo declares todo. No lleves comida para evitarte problemas, y si llevas más de AUD $10.000 en metálico, decláralos también. Y tranquilidad, los policías no son tan malos ni tan bordes como parecen en la serie de televisión ;-)