Echidna: este raro animal, mezcla de puercoespín y oso hormiguero es, junto a los ornitorrincos, uno de los dos únicos mamíferos que ponen huevos. Nacen desnudos, y según van creciendo cubren su cuerpo de espinas. Pueden llegar a medir 50 centímetros de largo y su menú favorito son los insectos y las lombrices.
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El Psychrolutes microporos: ¡No! ¡No es un Pokemon! ¡Es un pez! El psychrolutes microporos vive a unos 1.000 metros de profundidad en el océano. Como es menos denso que el agua, apenas gasta energía en nadar y flota con facilidad. Se come cualquier cosa que flote delante de él.
El pez globo: este redondo amiguito puede alcanzar los 50 centímetros de diámetro cuando se hincha. Es uno de los ejemplares más curiosos y bonitos de la fauna marina, aunque es raro pillarles hinchados.
El ornitorrinco: cuando los humanos descubrimos por primera vez el ornitorrinco, de la mano del científico George Shaw en 1799, se pensó que era una broma, y alguien le había cosido el pico de un pato a una nutria. ¿Quién podía imaginar semejante mezcla? Pico de pato, cuerpo de topo, cola de castor y patas de nutria… ¡Y encima ovíparo! El ornitorrinco siempre será un enigma.
Lagarto cuello de volante: la versión pequeña (e inofensiva) del aquel dinosaurio de Jurassic Park con un volante alrededor del cuello, vive en Australia. ¡Es muy gracioso verlo correr!
Wombat: es una mezcla entre oso (un oso musculoso, todo hay que decirlo), y roedor. Este marsupial puede llegar a pesar 20 kg, y ¡a correr a 40 km/h!
Emú: el segundo ave más grande del mundo (tras el avestruz) también vive en Australia. Se llama emú, tiene plumaje gris, y no puede volar. Aunque quizá lo más curioso de estos inmensos pájaros es… ¡que sus huesos son verdes!
Cisnes…¡Negros! Estas majestuosas aves habitan los lagos australianos. Hasta 1697 no se sabía de su existencia, se pensaba que todos los cines eran blancos, hasta que los colonos ingleses volvieron de Australia con un cargamento de cisnes negros, que asombraron muchísimo a la población anglosajona.
La Cucaburra: con este curioso nombre se bautiza la más típica ave australiana, protagonista de una común canción infantil de las Antípodas. Se trata del martín pescador más grande (puede alcanzar casi el medio metro de largo), y es famoso porque su canto es similar a las carcajadas humanas. Así que ya sabes, si estás en un bosque australiano, y oyes risas… ¡Puede que no sean personas!
El Ave lira soberbia: su propio nombre lo dice. El ave lira es una especie de pavo real, pero muy distinto al que estamos acostumbrados a ver los españoles. Además, tienen la especial cualidad de saber imitar casi todos los sonidos que escuchan.
Pitones: se trata de la especie de serpiente más famosa y prolífera de Australia. No nos extenderemos con ellas, ¡todos sabemos cómo son y el respeto que infundan!
¡Tiburón ballena a la vista! Se trata del pez más grande del mundo, y habita el planeta tierra desde hace 60 millones de años. Si tienes ocasión de montar en barco… ¡No olvides la cámara! Lejos de lo que podrías pensar, viven cerca de las costas y de las desembocaduras de los ríos.
El Dugongo: hermano del manatí, y primo del elefante, el dugongo es un animal marino vegetariano muy amigable. Pasa el día comiendo, y aguanta debajo del agua hasta seis minutos.
