Diario de una española en Australia – CAPÍTULO 9
Despedidas antes de volar rumbo Australia
No me gustan las despedidas, eso es algo que decidí hace tiempo. Sin embargo hay algunas, en cierto modo, felices. Ir a por lo que quiero con tanta intensidad es lo que hace que una despedida triste sea alegre. Antes de venir a Australia tuve muchas semanas de planes improvisados, visitas inesperadas y un afecto especial y diferente por parte de familiares y amigos. Parece que se necesitan este tipo de situaciones a veces en la vida para darte cuenta de todo lo que tienes alrededor, personalmente soy de valorarlo mucho siempre pero no está de más dejarse querer de otra manera durante una temporada. Las despedidas se llevan mejor con fiestas de por medio y eso debieron pensar mi hermana, mi prima y mis amigas. Me organizaron una fiesta sorpresa increible que no esperaba para nada. Siempre piensas que puede que hagan algo especial pero en mi caso fue dos días antes de irme entonces estaba convencida de que era imposible que pudieran organizar algo porque ya no quedaba tiempo. Fue una noche increible, muchas risas, regalos y abrazos eternos. Hasta que no llegan las despedidas no eres del todo consciente de que te marchas al otro lado del mundo. Y sin duda la despedida más emotiva con mi familia, en mi caso en el AVE rumbo a Barcelona, para coger mi avión Barcelona-Brisbane (Australia) cargada con dos maletas de 20 kg cada una, el portatil, una mochila y lagrimas de por medio. Mi tia Marlilí fue la última en despedirme en el aeropuerto de Barcelona ya que fue la única que pudo acompañarme.
*Pilar Rubio
Diario de una española en Australia
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