¡Hola a tod@s! Aquí va el primer capítulo de mi diario en Australia.
Después de unas largas 24 horas desde que despegué en Madrid hasta que aterricé en Sydney, aquí estaba, en Australia. Cambios de horarios y comidas me produjeron un interesante jet lag (mi primera experiencia con esta sensación), pero después de una semana habituándome a estar aquí, poco a poco se va cogiendo la costumbre.
Llevo una semana paseando por las calles del centro de Sydney y yendo a la escuela ILSC a estudiar inglés, de la cual no tengo ninguna pega, pues allí todos son encantadores y sobretodo profesionales.
Me sigue extrañando que aquí conduzcan al revés o que incluso las escaleras mecánicas de los centros comerciales se suban por la izquierda. Y es interesante ver la infinita cantidad de culturas diferentes que te encuentras por la calle, ¡es maravilloso!
Opera House y Harbour Bridge
Aunque durante los primeros días no he podido visitar muchas cosas, lo que es una visita obligada si vienes aquí es la Opera House y el Harbour Bridge (VER LAS FOTAZAS ARRIBA), toda esa zona es preciosa. Además Sydney está llena de parques súper bonitos, incluso en pleno centro de la ciudad.
La verdad es que Australia es un país que te acoge muy bien, algo que se agradece cuando viajas tan lejos de tu casa.
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No querrá volverse
Para mí es la primera vez que viajo sola. Sí, qué mejor sitio que Australia, ¿no? ¡La otra punta del mundo! Aunque con una sola semana no puedo hablar de la experiencia que es irte a vivir a otro país, he de decir que de momento está siendo enriquecedora, y que lógicamente recomiendo.
En definitiva, mi primera semana aquí ha sido más bien tranquila y de adaptación, pero ya estoy pensando en que sólo me quedan tres semanas para estar aquí, y sé que cuando se acabe esta aventura, ¡no voy a querer volverme a España!
