Emilia Markovic, una argentina residente en España ha viajado a Australia 6 meses de la mano de Go Study Australia para estudiar y trabajar en Gold Coast. Emilia que se autodefine como viajera empedernida y amante de la fotografía nos cuenta su experiencia tras visitar un Santuario de Canguros y Koalas en Australia.
Un día en Wildlife Sanctuary significa que al fin pude ver aquello en lo que pensamos cuando pensamos en Australia: Canguros y Koalas. La realidad es que aunque pensamos que solo hay canguros y koalas en Australia hay una increíble fauna y flora. Es fantástico por la gran diversidad y porque muchas de estas especies solo pueden verse aquí.
Hay muchos tipos de canguros, pero además de estos y de los koalas, hay marsupiales menos populares como el wómbats, a mis ojos, una especie de oso musculado, pequeño y de patas muy cortas, que tarda 14 días en hacer la digestión y pese a ser un animal gordito y perezoso si su supervivencia lo requiere pueden sobrepasar a un hombre en carrera. Otro marsupial menos famoso, es el Demonio de Tasmania, su tamaño es como el de un perro pequeño, con un cuerpo robusto y musculoso y su piel está cubierta de pelo negro. Se caracteriza por su desagradable olor, por su grito muy fuerte e inquietante, así como por su ferocidad cuando se alimenta. Lo más sorprendente es que a pesar de su aspecto corpulento, puede desarrollar una velocidad sorprendente, y puede subirse a los árboles y nadar por los ríos.
La variedad y el enorme tamaño de los cocodrilos también sorprende en las antípodas al igual que la infinita variedad de aves y plantas….pero mejor que lo veáis! Antes eso sí, quisiera explicarles lo que las foto no puede mostrar, aquella sensación tan bonita que se experimenta cuando una persona que, como a mi, le gustan los animales y puede tener en sus brazos o acariciar animales libres y tan exclusivos como son estas especies de canguros y koalas. Verlos durante horas alimentando a sus crías, comiendo, durmiendo, trasladándose de un sitio a otro, usando sus extremidades como si fueran humanos. Y lo mejor aún es que son muy tranquilos y poco agresivos. Definitivamente es una experiencia inolvidable y 100% recomendable.
Firmado:
Emilia de Girona a Australia