Lo mejor que le puede pasar a uno es que lo que le cuenten, concuerde con lo que realmente termina viviendo.
Australia es un país de muchas oportunidades, feliz y con muy buena salud económica. Pero no es llegar y besar el santo.
El visado de estudiante, prácticamente la única opción -por no decir la única- con la que contamos los españoles para trabajar y vivir una larga temporada en Australia, nos permite trabajar de lo que queramos. Ahora bien, hay que tener en cuenta las limitaciones.
Se pueden valorar las opciones de trabajo a dos niveles: horas de trabajo permitidas y nivel de inglés.
El permiso de trabajo es de 40 horas cada 15 días (al final se convierten en 20 horas a la semana). Y nuestro nivel de inglés, cuando decidimos dar el salto, normalmente no es muy alto.
Es por ello que el 70-80% de los estudiantes nuevos encontramos trabajo en el sector hostelería. Precisamente por las dos razones antes expuestas: es un sector que te permite flexibilidad horaria, cambiar turnos y trabajar más o menos horas a lo largo del día; y tampoco requiere un nivel de inglés muy alto.
Además de la hostelería, otra gente encuentra trabajo en comercios y supermercados, y limpieza.
Esta clase de trabajos no son sino un método para poder costearse los costes de vida allí. Puesto que los sueldos en estos sectores son altos, y permiten mantenerse sin demasiados problemas.
Pero claro, este para muchos de vosotros, es un paso intermedio. Lo que muchos de vosotros buscáis es una empresa que quiera esponsorizar.
Una vez que uno comienza a dominar el idioma, a conocer gente nueva y diferentes opciones de trabajo –creación de “network”- las condiciones cambian. Tu perfil es más atractivo. Pero el factor tiempo aquí es vital. Como decía al comienzo, muy pocas veces se trata de llegar y besar el santo.
Para conseguir la esponsorización de una empresa, necesitas convencerles. Y no hay otra manera de hacerlo que trabajando muy bien por un tiempo prolongado, y obtener el IELTS (7.0) para convencer al gobierno australiano.
La esponsorización no es tarea fácil. Pero tampoco lo es no intentarlo.
En mi opinión, y visto un poco la experiencia de otros estudiantes, comienza a ser una realidad a partir de un nivel avanzado de inglés y de una estancia mínima de un año en Australia.
Mi recomendación: cómete el mundo. Y si no consigues esponsorización, seguramente tampoco te arrepentirás. Porque aunque no se haya conseguido la esponsorización, has consolidado el inglés, y eso te permite buscar trabajo estable en el resto del mundo.