Diario de una española en Australia – CAPÍTULO 15
NAVIDAD EN AUSTRALIA
La navidad es una época muy especial para la mayoría de personas. En mi caso nunca había pasado estas fechas separada de mi familia ni mucho menos en otro país. Sin embargo, siempre he sido de las personas a las que le gusta probar cosas diferentes y estaba entusiasmada con la idea.
Aterricé en Australia un 11 de diciembre, por lo tanto, pasaría esos meses en Brisbane, pero esta vez en tirantes y chanclas, nada de abrigo, bufanda y nieve; disfrutando de la playa, las barbacoas y South Bank, o como lo llamamos aquí, el lago de Brisbane (la playa artificial).La Navidad en Australia es muy calurosa, ya que aquí en Diciembre es pleno verano. Es muy gracioso ver a Papá Noel en la playa y a todo el mundo haciendo las compras navideñas con ropa de verano.
Justo diciembre coincidió con mi estancia en Shafston Maisons donde estuve un mes compartiendo habitación con Uka, mi compañera japonesa. Fue una experiencia increíble, cada día había espectáculos en la calle, fuegos artificiales cada fin de semana, cine de verano y un montón de fiestas. Las fechas más especiales, Noche Buena y Noche Vieja, tuve cena con diferentes amigos de todas nacionalidades: japoneses, franceses, suizos, españoles, colombianos, italianos... -esa es una de las mejores partes de esta nueva vivencia: conocer tantas culturas diferentes-. El día 31 después de la cena salimos a The Family, una de las discotecas más famosas en Fortitude Valley. En ambos casos hice Skype con mi familia con nueve horas de diferencia fue increíble poder hablar con ellos en ese momento, a tantísimos kilometros. También empecé las clases en ILSC, la escuela que me concedió la beca gracias al concurso de Go Study Australia. Está situada en el centro de la ciudad y tiene muchas instalaciones para poder disfrutar del tiempo libre. En esa semana que empecé los estudiantes decoramos las clases con motivos navideños y tuvimos una competición a ver cuál era la mejor.
En general todo muy diferente a como estaba acostumbrada, nada de turrones, villancicos ni chimenea por las noches. Sólo puedo decir GRACIAS a todas las personas con las que compartí tantos momentos, por unas navidades increíbles que nunca olvidaré.
*Pilar Rubio
Diario de una española en Australia
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