Llegué a Brisbane en pleno verano australiano con un calor que rozaba los 40º. No tenía tiempo que perder, pues mi colchón económico no estaba tan rellenito como cabía esperar, así que me puse manos a la obra desde el segundo día con la búsqueda de trabajo currículum en mano.
Por suerte contaba con montones de consejos que me había dado gente que ya había vivido en Brisbane, incluidos empleados de Go Study y pude situarme en las zonas ideales en las que empezar mi aventura laboral; New farm, South Bank, Paddington, Riverside…etc. Yo y mi compañero de viaje nos habíamos recorrido toda la ciudad en 2 días y habíamos empapelado todo comercio, restaurante, bar, hotel o negocio que se pusiera por delante. ¿El resultado? Ya tenía trabajo en mi segundo fin de semana. ¿Moraleja? El que la sigue la consigue, al final depende de uno mismo y su ambición. Con esto no quiero decir que si no te recorres la ciudad entera no encontrarás nada si no que con un pelín de esfuerzo y motivación los resultados llegan seguro.
Mi primer trabajo fue de Bar tender en “The Peasent”. Un restaurante “Español” con un solo español en plantilla: Yo.
Incluso me pidieron que tuviera más acento español para resultar más exótico. Recibí un curso acelerado sobre hostelería y aunque tenía mucha experiencia, no lo parecía ya que allí todo funciona distinto y tiene nombres o metodologías diferentes. Todo es acostumbrarse.
Tras mi primera aventura laboral en la que aprendí mucho pero eché de menos un poco de paciencia, comprensión o ayuda llegó el “Musik Kafe”. Un restaurante/bar de música en vivo muy mítico y famoso en el barrio de West End. Era un sitio genial donde me trataron muy bien pero por desgracia cerraron por reformas y tuve que buscarme un nuevo trabajo.
Ya con contactos en la ciudad me fue muy sencillo dar el salto a una de las sucursales del famoso “Nando´s” en Paddington, muy cerca de mi casa. En este trabajo tuve que desdoblarme para poder manejar cocina, limpieza, caja, mesas, atención al cliente, pedidos “take away” por teléfono…etc. Tanto así que al poco tiempo ya estaba de encargado por debajo de los dueños de la franquicia. De ahí ya no me moví hasta que abandoné el país y pude acomodarme en una rutina bastante agradable.
Creo que en Australia están todas las posibilidades posibles, valga la redundancia, y es cuestión de ambición personal el conseguir estar como querías. Y no es tan difícil.