Todo el mundo sabe que el boomerang, pieza curva que, al ser lanzada, regresa al lugar de origen, es un invento australiano. Pero ¿sabías que en Australia se han inventado otros objetos menos raros y hoy imprescindibles como el wifi o el frigorífico?
La conexión a Internet inalámbrica (wifi) revolucionó las tecnologías de la comunicación a finales de los noventa y todo gracias al invento del australiano John O'Sullivan y su equipo. Este grupo científicos de Sydney pertenecientes al CSIRO (Organización de la Commonwealth para la Investigación Científica e Industrial, en sus siglas en inglés) desarrollaron esta innovadora tecnología con la que ya han ganado más de 500 millones de dólares en royalties.
El frigorífico es otro de los inventos que agradecer a Australia. a James Harrison, un emigrante escocés afincado en Australia, se le conoce desde entonces como "el padre de la refrigeración". En 1855 empleó la compresión de vapor para enfriar los alimentos.
Además de estos dos inventos que nos han facilitado la vida diaria a todos, los australianos también regalaron a la humanidad cosas tan útiles como la crema de protección solar (Milton Blake, 1930), tan práctica en Australia por la fina capa de ozono o la grabadora de voz de cabina de vuelo, más conocida como la caja negra, obra de David Warren en 1958, empeñado en arrojar luz sobre las causas de los accidentes aéreos.